Encendidos por Dentro
- favcoamo
- Jul 6
- 1 min read

En Levítico 6:13, Dios instruyó a los sacerdotes a mantener el fuego del altar encendido continuamente. Ese fuego no lo encendió el hombre, fue Dios mismo quien lo inició. Sin embargo, mantenerlo encendido era responsabilidad del sacerdote.
Hoy, ese altar ya no es físico, ¡es tu corazón! Dios ha puesto Su fuego en ti por medio del Espíritu Santo. Ese fuego representa Su presencia, Su propósito y Su poder. Pero nos toca a nosotros mantenerlo encendido. ¿Cómo? Con oración, adoración, obediencia y pasión.
Muchas veces, ese fuego comienza a apagarse. ¿Por qué? Por el cansancio, las heridas, la rutina, el pecado, la falta de perdón o simplemente por distracciones. Pero así como Pablo le dijo a Timoteo
“Te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti…” (2 Timoteo 1:6),hoy Dios te llama a soplar sobre ese fuego para que vuelva a arder con fuerza.
Jeremías dijo que trató de callarse, pero había un fuego dentro de él que no podía contener (Jeremías 20:9). Así también es contigo: hay un llamado, una llama, un propósito que Dios ha depositado en tu interior. No lo dejes morir. ¡No te rindas!
El Espíritu Santo no solo nos visita, Él vive dentro de nosotros. Él transforma, fortalece y nos da propósito. Y aunque las luchas sean muchas, Dios sigue creyendo en ti.
Hoy es el día de echar leña, de soplar el fuego, y de volver a vivir encendidos por dentro. No permitas que nada apague lo que Dios ha comenzado en ti. ¡El fuego arderá continuamente en tu altar!
Comments